«Se necesitan medidas urgentes»

Por Adrián De Benedictis

La obesidad dejó de ser una problemática para convertirse en una enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud, y se la ubica entre los diez factores de riesgo principales para el organismo. A pesar de ello, en Argentina no era aceptada como tal, y recién en 2009 se creó una ley basada en la necesidad de la gente con estos síntomas. Sin embargo, a diez años de esa sanción, resulta muy complejo acceder a cirugías bariátricas y digestivas que puedan ser contempladas dentro de los sistemas de salud. El doctor Ariel Ferraro, Jefe de Sección Cirugía Bariátrica y Metabólica del Hospital de Clínicas, dialogó con Agenda Provincial para aclarar esta disyuntiva.

«Según expertos, uno de los puntos más importantes que se establece es que la obesidad es una enfermedad y un problema de salud pública, sujeta a políticas de gobierno. De este modo, libera a la persona obesa de ser culpable de estar enferma», explica Ferraro.

-¿Cómo surge la idea de presentar un proyecto en el Senado?

-Surge hace más de una década. Con el avance de la obesidad empezaron a desarrollarse sistemas quirúrgicos para evitar el sobrepeso. De esa forma mejoraron las cirugías y se redujo la invasividad.

-¿Cuáles son las trabas que obtienen?

-En el mundo se desarrolló todo esto, pero en el país no. Más allá que la ley se reglamentó, se la incorporó como patología y se incluye dentro del plan de prestaciones médicas, lo medicinal fue más grande que las políticas de salud. Nosotros hace dos años venimos trabajando en un proyecto con sociedades médicas, basado en la evidencia mundial. Lo presentamos en el auditorio del Senado los representantes de las sociedades que lo habíamos redactado, y esto permite intercambiar ideas con el Ministerio de Salud. Pero no termina de estar incluido.

-¿Qué respuestas les brindan?

-Las respuestas son muy lentas, y son muy pocos los lugares donde se hacen estas cirugías. En el Hospital de Clínicas se permite, pero no es tan sencillo para que la gente pueda acceder. Inclusive, no todos los pacientes se quieren operar, pero por desconocimiento. No todos saben en que se basan los tratamientos de obesidad y diabetes. Muchos se quieren operar y no tienen el acceso legal fácil. Dentro de la sociedad no está visto como una enfermedad.

-¿Y qué vislumbra para el futuro?

-La expectativa nuestra es que con la evidencia que existe, que la gente finalmente pueda tener un acceso más fácil a esto. Como son tratamientos costosos y largos, en el tiempo termina siendo una inversión importante. Hay que tener en cuenta que esos pacientes también generan un gasto importante. Son pacientes que tienen problemáticas para la  continuidad en sus actividades personales.

-Desde lo mediático, ¿lo del doctor (Alberto) Cormillot fue positivo o no?

-Cormillot fue uno de los promotores de la ley, ayudó mucho en esa demanda social. Pero fue en la etapa inicial, y ahora lo que hay que hacer es trabajar científicamente para mejorar eso. Lo de los programas de televisión es muy burdo, se requiere más seriedad y menos amarillismo. Es un problema importante de la salud pública. Si no hay medidas será muy terrible.

 

 

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