Cómo preservar el buen funcionamiento de la moto y aumentar su vida útil
Andar en moto es una pasión. Quienes comparten este gusto de trasladarse sobre dos ruedas, argumentan que la sensación de libertad y adrenalina son los principales motivos por los cuales eligen este vehículo.
El corazón de toda moto es su motor y uno de los principales desafíos que enfrenta, son las temperaturas extremas al que es sometido y el uso que se le otorga. La línea PETRONAS Sprinta con tecnología UltraFlex™ está diseñada para darle vida y respuesta inmediata a tu moto, frente a las diferentes exigencias, brindándole una defensa y rendimiento excepcionales para tomar la delantera, ahora y siempre.
El equipo de especialistas técnicos de PETRONAS Lubricants Argentina, nos brindan tips para que tu moto esté siempre en óptimas condiciones:
– Prevención del desgaste: previo al arranque, el motor se encuentra frío, por lo que es fundamental utilizar un lubricante con la fluidez adecuada para que rápidamente llegue a todas las piezas y no se produzcan desgastes por contacto seco entre metales.
– Control mecánico regular: cuando la moto es utilizada como herramienta de trabajo, o de traslado permanente, es imperioso un control regular ya que existe un estrés mecánico debido al uso constante.
– Cambio de lubricante: es fundamental chequear el manual del fabricante para entender qué tecnología y viscosidad de lubricante requiere. Además, si existiera un exceso en el consumo de este, siempre es recomendable acudir a un especialista para que pueda detectar potenciales huelgos, es decir, cantidad de movimiento libre entre dos piezas, que estén generando ese consumo. No debe modificarse la viscosidad, ni tampoco la tecnología (sintética, semi sintética o mineral) ya que esto derivaría en grandes daños y altos costos de reparación y mantenimiento.
– Cuidado en caso de uso temporal: se deben considerar las temperaturas a las que está expuesta la moto y la periodicidad de uso. Por ejemplo, sí durante el periodo invernal no se utiliza, es importante, antes de volver a rodarla, chequear los siguientes elementos:
● Cubiertas: revisar que el dibujo no tenga desgaste por debajo de lo permitido.
● Tanque de combustible: la autonomía es más reducida respecto a la de un auto, el promedio es de 15 litros.
● Espejos retrovisores: asegurarse de que estén correctamente colocados.
● Revisión del nivel de lubricante: a través del visor del cárter.
● Cadena: si estuvo expuesta a suelos extremos, lluvias fuertes o muchos kilómetros recorridos, engrasar la misma.
● Casco: realizar frecuentemente limpieza del visor.
De esta manera, tu moto siempre estará en condiciones para salir a rodar, mejorarás su rendimiento y se prolongará su vida útil.