Alicia Aparicio analiza la debilidad de los pueblos y estados
La debilidad de los pueblos y Estados ante el avance de la concentración del capital
Por: Alicia Aparicio
En tiempos de pandemia, en donde se ha intentado establecer una dicotomía entre la salud y la economía como categorías estancas que compiten entre sí, los resultados muestran que las consecuencias económicas afectaron a todos los países.
En ese contexto en donde cada gobierno elabora estrategias para recuperarse de los efectos que nos dejará la pandemia, Argentina tiene un Estado presente que da respuestas a sus ciudadanos frente a un avance de la concentración del capital.
Las teorías de libre mercado han demostrado que sólo benefician a unos pocos. Es decir, el mercado no ordena ni tampoco derrama. Por el contrario, el mundo está atravesado por una concentración de capital en donde los compromisos de quienes poseen el poder no recaen en los Estados-nación que los han visto crecer y desarrollarse sino que el interés está puesto en obtener mayores ganancias a costa del aumento de la inequidad social.
Los intereses comienzan a ser otros. El ojo está puesto en aumentar la concentración de capital, eludir impuestos en el país de origen, considerar a los salarios como un costo y a los derechos laborales como un obstáculo. Aquello que beneficia a unos pocos, empobrece a la mayoría y desfinancia a un Estado que, en situaciones como las que estamos atravesando, se ve condicionado para brindar respuestas efectivas.
Los capitales concentrados se desvinculan de sus países y llegan a ser más poderosos que los propios Estados. Es imposible sostener un Estado que elabore políticas públicas para el desarrollo de sus economías sin recursos.
En síntesis: la dicotomía central no es entre salud y economía sino entre el Estado y el capital concentrado para ver quién tiene mayor poder para decidir sobre sus pueblos.
(*) Licenciada en Economía, Diputada Nacional de Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires
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